miércoles, 26 de marzo de 2014

No soy perfecta pero sí top model

Ya no vale con tener unas medidas perfectas, ser alta, delgada, con la piel sin imperfecciones y el rostro angelical para ser modelo. Las marcas están hartas de prototipos sacados de una máquina de hacer clones. Así que la solución se la ha dado la Anti Agencia, una empresa de Londres dedicada a la representación de jóvenes que promociona a gente real, fresca, divertida, con personalidad, no convencional y creativa.




Cada vez es más frecuente que diseños de Urban Outfitters, Lanvin, J. Crew o la línea de lencería AERIE escojan para sus lookbooks o campañas personas que les llaman la atención por la calle en lugar de modelos profesionales.



Esta empresa fundada en 2013 por un grupo de amigos ya veteranos en el sector tiene en su cartera más de 100 modelos masculinos y femeninos de entre 18 y 30 años manteniendo la premisa de la individualidad de la persona. “Todavía son gente atractiva porque la industria demanda eso y no podemos controlarlo, pero si comparamos nuestros modelos con otra agencia estándar, se presentan de una manera poco convencional”, justifica uno de los propietarios.




Chicos y chicas con el pelo decolorado como el arco iris, piercings, tatuajes, sin requisitos de tamaño o altura llenan las paredes de las habitaciones de adolescentes e inundan las carpetas de esta agencia, ajena a que bajen de peso y sin dar importancia a si cambian de aspecto todas las semanas, porque las normas estéticas no presionan. Además, todos estos jóvenes ven la moda como un complemento a sus carreras, no se dedican a tiempo completo a ello, por eso son tan peculiares.



Cara Delevingne o Coco Rocha son dos  de las caras más conocidas de este fenómeno que prima la personalidad sobre la perfección.  Interesan desde todos los ángulos y son un reclamo sobre las pasarelas, revistas o campañas publicitarias. Exagerado o no en Reino Unido, Cara está tan de moda que achacan el bajón de venta de pinzas para depilarse las cejas a la poblada mirada de la polifacética modelo. Y aunque a estas alturas cualquiera de sus gestos parezca ya forzado, y no medido, resulta espontánea y divertida.


Porque una cara bonita, hay que llenarla de contenido, ¿no os parece? Buen miércoles a todos!!

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